
Porque no te escribo y cuando lo hago
olvido que nunca has leído mis palabras,
siempre nocturnas, ni mis versos briagos
que hablan de ti, de ti; mujer macabra.
Bailas, detienes el mundo que labras
mientras invoco tus labios vagos;
tus besos que ayer pecaron de magos
y que hoy invoco con abracadabras.
Porque eres mi sumisa Terpsícore,
pasión de síncopas y arabesques;
inspiración de mis palabras llanas.
Amor: lánguido candor y burlesque,
turbio dolor en versos y epístrofes
que convierten pasiones escribanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario